Leo Messi «dio la sorpresa» al recibir el premio The Best de la FIFA al mejor jugador del ciclo 2018-19. Muchos lamentan que el reconocimiento fuera para el argentino y no para Virgil Van Dijk.
Sí, el defensa holandés fue vital para el Liverpool. Como también lo fue Jurgen Klopp, el mejor técnico del año. Y Alisson, el mejor portero. Y Mohamed Salah y Sadio Mané, nominados también.
Ningún compañero de Leo Messi estuvo cerca y a Ernesto Valverde se tardan en echarlo, ahí está la diferencia en The Best.
El esfuerzo individual de Messi no fue suficiente para ganar la Champions o Copa América, pero sus números de goles, asistencias, regates u ocasiones creadas siguen siendo demoledores.
Reconocer a Leo como el mejor año no es ningún demerito a Van Dijk.
Pero hay que señalar que el éxito del Liverpool fue un triunfo colectivo, no la victoria de una figura. De por sí resulta llamativo que tuviera tres nominados a jugador y los ganadores a portero y entrenador mientras el Manchester City que arrasó en Inglaterra se fue en blanco.
Ganar la Champions League pesa, pero en los últimos años se ha llevado al extremo. Es el torneo más importante, pero no es el único.
El Balón de Oro/The Best no puede ser automático para la estrella del equipo que gana Mundial/UCL. No siempre el mejor jugador está en el campeón.