Uno de los efectos del pánico desatado por la dispersión del coronavirus COVID-19 alrededor del mundo es la urgencia por usar mascarillas para cubrirse la boca y nariz.
Esto está provocando serios problemas de desabasto en hospitales donde realmente se necesitan. Lo peor de todo es que usar mascarillas no ayuda a una persona sana a evitar el contagio. Al contrario.
Como explica el biólogo español Álvaro Bayón Medrano en un estupendo hilo de Twitter, el coronavirus, como la gripe, sale del cuerpo del enfermo a través de pequeñas gotas de saliva o mucosa al hablar, estornudar o tocarse la nariz o boca.
El coronavirus puede permanecer en una superficie durante horas siempre que esté húmeda. Así, puede mantenerse en el punto sobre el que el enfermo ha estornudado o en su mano. De su mano puede pasar a pomos, picaportes, barandillas, monedas. etcétera.
Si no transcurre el suficiente tiempo para la eliminación del virus y alguien toca el objeto (o la mano del enfermo), esas microgotas pasan a su mano.
Cuando esa persona se toca la cara, le da vía libre al virus para entrar.
Bayón Medrano señala que una persona promedio se toca la cara (ojos, nariz, boca) entre 3 mil y 5 mil veces durante un día normal. Es decir, da entre 3 mil y 5 mil oportunidades de acceso a su organismo al virus.
Si una persona enferma usa una buena mascarilla, las microgotas que emite al hablar y estornudar son retenidas por la mascarilla y evita que se depositen sobre otras superficies.
Por tanto, si el enfermo mantiene una buena higiene y su mascarilla, es un buen sistema para evitar que contagie a otros.
Pero, si quien la usa es una persona sana, la mascarilla solo evitará que inhale partículas que haya en suspensión en el aire.
El problema radica en que esa persona sana sigue tocando objetos y manos ajenas. Dado que tener puesta la mascarilla en la cara es molesto, la cantidad de veces que se tocará la cara con las manos será mayor.
Bayón Medrano es muy enfático en este punto: las mascarillas no previenen el contagio de la gripe ni del coronavirus.
Y aún más enfático en esto: hay que lavarse las manos constantemente. Eso sí ayuda.
La OMS aconseja utilizar una mascarilla si se presentan síntomas respiratorios, tos o estornudos, si se cree que se ha contraído el COVID-19 con síntomas leves o si se está cuidando de alguien que podría estar infectado.