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Lo importante es atacar la obesidad infantil, no llorar por el osito Bimbo

Me encontré este tuit con las imágenes de varios famosos personajes de comida chatarra, pan dulce y cereales, y no pude resistir hacer un chistorete.

Principales factores de la obesidad infantil en México. 🤷‍♂️

No sabía en la que me metía.

Al momento de aventarme esa puntada no sabía que habían retirado los personajes de los empaques de comida (chatarra). El chiste iba más orientado a las marcas que representan que a los monitos en sí.

Dicho eso, está cabrona la reacción de algunos. Me cayeron a palos como si el osito Bimbo fuera su papá y yo me hubiera convertido en representante de la malvada 4T que les roba su infancia.

Gente, la obesidad es uno de los problemas de salud más grave en México, y combatirla -en especial la infantil- debe ser una prioridad para nuestro país.

No hay soluciones mágicas para un problema como éste. Hace falta atacarlo por todos los lados posibles. Que la culpa es de los padres, que ustedes comían gansitos y nunca fueron obesos, que hay fritangas frente a la escuelas, que el cambio está en cada uno. Que isdimimidir.

Hay muchísimas medidas por tomar. Y una es reducir el atractivo de los empaques para el público infantil. Si quitar los personajes ayuda a reducir el problema un 1%, vale la pena ese pinche 1%.

Caray, hablan de la «generación de cristal», cuando ustedes son las chingadas almas más frágiles que hasta si les tocan al Tigre Toño chillan. 

Retirar a los monitos de las envolturas no resuelve el problema de la obesidad infantil, pero ayuda. El poder de la publicidad y presentación de un producto es enorme.

Las marcas gastan miles de millones al año para posicionarse. A muchos niños SÍ es el empaque lo que les atrae de unos cheetos o gansito.

Por supuesto que quienes ya son (somos) asiduos de la comida chatarra no van a dejar de comprarla por ya no ver la caricatura. Esta medida no está dirigida a nosotros.

Se trata de las siguientes generaciones. Los niños que hoy aún no son asiduos de estos productos, los que vendrán en los próximos años.

Insisto, no será una solución mágica, pero sí limita la capacidad de estas marcas de alcanzar a estos futuros consumidores.

Lo que hace falta es reclamar más medidas que ataquen la obesidad infantil, no quejarse de las pocas que se toman.

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