Quien diga que a estas alturas del año pasado apostaba por los San Francisco 49ers para llegar al Super Bowl probablemente miente (o quizá tiene un problema de ludopatía). El equipo de Kyle Shanahan llegaba tras acumular un récord de 4-12 en 2018, cuatro temporadas consecutivas con marca perdedora y cinco sin alcanzar los playoffs.
Sin embargo, el de San Francisco no fue un caso atípico de un equipo que da el salto de perdedor a contendiente de un año para otro. Apenas dos años antes los Philadelphia Eagles ganaron el título tras ser últimos de su división con marca de 7-9 en 2016. Los Carolina Panthers que lograron marca de 15-1 en 2015 -antes de perder el Super Bowl ante Denver- sí habían ganado su división en 2014, pero con 7-8-1 en su registro.